El tercio de libre disposición en pleno dominio es un concepto legal que se utiliza en la sucesión hereditaria. Se refiere a una parte de los bienes de una persona fallecida que puede ser destinada a cualquier beneficiario elegido por el testador, sin ninguna restricción o limitación impuesta por la ley.
Cuando una persona fallece sin dejar un testamento válido, sus bienes se distribuyen de acuerdo con las leyes de sucesión intestada. Estas leyes establecen cómo se repartirán los bienes entre los herederos legales, como los hijos, cónyuge y otros parientes cercanos. Sin embargo, incluso en ausencia de un testamento, el tercio de libre disposición en pleno dominio permite al testador designar a un beneficiario para esta parte de sus bienes.
Es importante tener en cuenta que el tercio de libre disposición en pleno dominio no puede ser utilizado para privar a los herederos legales de su legítima. La legítima es una porción de los bienes que la ley reserva para los herederos forzosos, es decir, aquellos que tienen derecho a recibir una parte de la herencia sin importar lo que el testador haya dispuesto en su testamento.
El tercio de libre disposición en pleno dominio otorga al testador la libertad de decidir cómo se distribuirá esta porción de sus bienes, sin estar sujeto a las reglas de la legítima. Esto significa que puede dejar esta parte a cualquier persona o entidad que desee, ya sea un familiar, amigo, organización benéfica u otra entidad.
Es importante destacar que el tercio de libre disposición en pleno dominio puede variar en función de la legislación de cada país. En algunos lugares, este tercio puede ser mayor o menor, o incluso puede no estar permitido en absoluto. Por lo tanto, es fundamental consultar las leyes y regulaciones específicas de cada jurisdicción para comprender completamente cómo se aplica este concepto.
Cómo calcular el tercio de libre disposición en una herencia
Calcular el tercio de libre disposición en una herencia es un paso fundamental para determinar la parte de los bienes que el testador puede dejar a quien desee, sin restricciones legales. Este tercio es conocido como «tercio de libre disposición» porque no está sujeto a la legítima, es decir, no está destinado a los herederos forzosos.
El tercio de libre disposición se calcula sobre el valor total de los bienes hereditarios. Para calcularlo, se deben seguir los siguientes pasos:
1. Determinar el valor total de la herencia: Para ello, se deben hacer inventario de todos los bienes que forman parte de la herencia, incluyendo propiedades, cuentas bancarias, inversiones, joyas, entre otros.
2. Calcular el tercio de mejora: El tercio de mejora es una parte de la herencia que puede ser destinada por el testador a uno o varios herederos forzosos, en función de su voluntad. Para calcularlo, se divide el valor total de la herencia entre el número de herederos forzosos y se multiplica por dos.
3. Restar el tercio de mejora al valor total de la herencia: Una vez calculado el tercio de mejora, se resta este valor al valor total de la herencia. Esto determinará el valor del tercio de libre disposición.
4. Distribución del tercio de libre disposición: El testador puede disponer libremente del tercio de libre disposición, ya sea dejándolo a una persona específica, repartiéndolo entre varios beneficiarios o incluso destinándolo a obras benéficas.
Es importante tener en cuenta que en algunos países, como España, existen límites legales para el tercio de libre disposición. Por ejemplo, en España, el tercio de libre disposición no puede superar el tercio de mejora.
El tercio de libre disposición: una opción flexible.
El tercio de libre disposición es una figura que se encuentra presente en algunos sistemas de herencia, como por ejemplo en el sistema legal español. Se trata de una opción que permite al testador disponer libremente de una parte de sus bienes, sin tener que ceñirse a las normas de la legítima.
Esta figura es muy interesante, ya que otorga al testador una gran flexibilidad a la hora de decidir qué hacer con sus bienes. A través del tercio de libre disposición, el testador puede dejar sus bienes a quien desee, incluso si no se trata de sus herederos legales.
Es importante destacar que el tercio de libre disposición no exime al testador de cumplir con las normas de la legítima. La legítima es una parte de los bienes que está destinada a los herederos forzosos, es decir, aquellos que tienen derecho a recibir una parte de la herencia sí o sí. El tercio de libre disposición se suma a esta legítima, permitiendo al testador decidir qué hacer con una parte de sus bienes.
Además, el tercio de libre disposición puede ser utilizado para dejar legados o realizar donaciones a personas o instituciones benéficas. De esta manera, el testador puede contribuir a causas sociales o apoyar proyectos que considere importantes.
Es importante destacar que el tercio de libre disposición puede ser utilizado tanto en testamentos notariales como en testamentos ológrafos. Sin embargo, es recomendable realizar un testamento notarial, ya que esto garantiza que el documento cumpla con todos los requisitos legales y pueda ser ejecutado correctamente.
Porcentaje de herencia sin restricciones
El porcentaje de herencia sin restricciones se refiere a la cantidad de bienes o patrimonio que una persona puede legar a sus herederos sin ninguna limitación o condición. En otras palabras, es la parte de la herencia que el testador puede distribuir libremente entre sus beneficiarios, sin estar sujeto a disposiciones legales o restricciones impuestas por la ley.
Este porcentaje varía dependiendo del país y su legislación. En algunos lugares, como España, se establece que el testador tiene la libertad de disponer de hasta el 1/3 de su patrimonio de forma libre y sin restricciones. Este porcentaje se conoce como «tercio de libre disposición». El resto del patrimonio, es decir, los otros 2/3, se distribuyen de acuerdo a las disposiciones legales establecidas, como la legítima.
La legítima es la parte de la herencia que la ley reserva a ciertos herederos forzosos, como los hijos o el cónyuge, y que no puede ser privada por voluntad del testador. En estos casos, el testador no tiene libertad para disponer de esta parte de su patrimonio y está obligado a respetar los derechos de los herederos forzosos.
Es importante tener en cuenta que el porcentaje de herencia sin restricciones puede variar en función de diferentes circunstancias, como la existencia de otros herederos forzosos o la existencia de un testamento válido. En algunos casos, si no se ha otorgado testamento, se aplica la sucesión intestada, en la cual la ley establece cómo se distribuirá la herencia.
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