En el ámbito legal, los términos «fiador» y «avalista» se utilizan de manera intercambiable en muchos casos, lo que puede generar confusión entre las personas. Sin embargo, es importante destacar que existen diferencias sutiles pero significativas entre ambos roles.
En primer lugar, el fiador es aquella persona que se compromete a responder por las obligaciones de otra persona, conocida como el deudor principal, en caso de que este no cumpla con sus compromisos. Por otro lado, el avalista es aquel que garantiza el cumplimiento de una obligación de pago, sin necesariamente asumir la responsabilidad de la deuda en su totalidad.
Una de las principales diferencias entre el fiador y el avalista radica en la extensión de su responsabilidad. El fiador asume la obligación de manera solidaria con el deudor principal, lo que significa que puede ser requerido para cumplir con la deuda en su totalidad si el deudor no puede hacerlo. En cambio, el avalista solo se obliga a responder por la parte de la deuda que se especifica en el aval, lo que le otorga una responsabilidad limitada.
Otra diferencia importante entre ambos roles es la forma en que se establece la obligación. El avalista firma un documento conocido como aval, en el cual se compromete a pagar la deuda en caso de incumplimiento del deudor principal. Por otro lado, el fiador firma un contrato de fianza, en el cual se especifican las condiciones y alcance de su responsabilidad.
Además, es necesario mencionar que en algunos casos la figura del fiador puede ser más común en contratos de alquiler, mientras que la figura del avalista se utiliza con mayor frecuencia en operaciones de crédito o préstamos bancarios.
Diferencia entre fiador y aval
El fiador y el aval son dos figuras legales utilizadas en contratos de garantía, especialmente en contratos de préstamo o arrendamiento. Aunque ambos términos se utilizan a menudo indistintamente, existen diferencias significativas entre ellos.
1. Definición: El fiador es una persona física o jurídica que se compromete a asumir las obligaciones de pago en caso de que el deudor principal no cumpla con ellas. Por otro lado, el aval es una garantía económica que se presenta en forma de documento, en la cual una persona (avalista) se compromete a pagar la deuda en caso de incumplimiento del deudor principal.
2. Naturaleza jurídica: El fiador es un co-deudor solidario, lo que significa que asume la misma responsabilidad que el deudor principal. En cambio, el avalista es un tercero que se compromete a garantizar la deuda, pero no se convierte en deudor directo.
3. Obligaciones: El fiador tiene la obligación de pagar la deuda en caso de incumplimiento del deudor principal, pero también puede ser demandado por el acreedor directamente. Por otro lado, el avalista solo está obligado a pagar la deuda una vez que el acreedor haya agotado todos los recursos para cobrar al deudor principal.
4. Formalidad: El aval se formaliza mediante un documento escrito, que debe cumplir con ciertos requisitos legales para ser válido. Por el contrario, el fiador puede ser designado de manera verbal o por escrito, aunque es recomendable hacerlo por escrito para evitar futuros problemas de interpretación.
5. Alcance de la garantía: El fiador asume todas las obligaciones del deudor principal, incluyendo intereses, costos y gastos adicionales. En cambio, el avalista solo responde por la cantidad específica que se establece en el aval.
6. Revocación: El fiador puede renunciar a su papel de fiador en cualquier momento, siempre y cuando se notifique al acreedor con anticipación. Por otro lado, el avalista no puede revocar su aval sin el consentimiento del acreedor.
Identificando al fiador en un aval
En el contexto de un aval, es importante poder identificar correctamente al fiador, ya que esta persona será la responsable de cumplir con las obligaciones del aval en caso de que el deudor principal no lo haga. A continuación, te presento algunos puntos clave para identificar al fiador en un aval:
1. Nombre completo: Es fundamental contar con el nombre completo del fiador, ya que esto permitirá identificar de manera precisa a la persona que asume la responsabilidad del aval.
2. Dirección: Además del nombre, es necesario contar con la dirección del fiador, lo cual será útil en caso de necesitar contactar o ubicar a esta persona en el futuro.
3. Estado civil: Conocer el estado civil del fiador es necesario para poder verificar si cuenta con el consentimiento de su cónyuge en caso de que esto sea requerido por la ley.
4. Documento de identificación: Es esencial solicitar y registrar el tipo de documento de identificación del fiador, como el número de identidad o pasaporte. Esto permitirá corroborar su identidad de manera precisa.
5. Estado financiero: También es importante conocer el estado financiero del fiador, ya que esto nos dará una idea de su capacidad para cumplir con las obligaciones del aval en caso de requerirse.
Es importante destacar que esta información debe ser recopilada de manera confiable y verificable, para asegurar la validez y eficacia del aval. Además, es recomendable contar con asesoramiento legal en el proceso de identificación del fiador, para garantizar el cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables en cada jurisdicción.
Acciones del avalista ante impago del titular
Cuando un titular no cumple con sus obligaciones de pago, el avalista adquiere un papel fundamental. A continuación, se detallan las acciones que puede llevar a cabo el avalista ante el impago del titular:
1. Reclamación amistosa: En primer lugar, el avalista puede intentar resolver la situación de forma amistosa, contactando con el titular e intentando llegar a un acuerdo para el pago de la deuda. Esta acción puede ser efectiva en casos de impagos puntuales o por falta de comunicación entre las partes.
2. Pago de la deuda: Si el titular no muestra disposición para pagar o no se llega a un acuerdo, el avalista tiene la obligación de hacer frente al pago de la deuda en su totalidad. El avalista asume la responsabilidad de cubrir el impago, ya que se comprometió a ello al firmar el aval.
3. Recuperación del importe pagado: Una vez que el avalista ha realizado el pago, tiene derecho a reclamar al titular la cantidad abonada. Para ello, puede iniciar acciones legales contra el titular con el objetivo de recuperar el importe pagado.
4. Acciones legales: Si el titular se niega a pagar la deuda o no cumple con los acuerdos establecidos, el avalista puede recurrir a acciones legales para proteger sus derechos. Esto puede incluir demandas judiciales, embargos de bienes del titular o incluso la solicitud de la declaración de insolvencia del titular.
5. Garantías adicionales: En algunos casos, el avalista puede solicitar garantías adicionales al titular como condición para firmar el aval. Estas garantías pueden incluir la presentación de avales o la constitución de hipotecas sobre bienes del titular, lo que proporcionaría al avalista una mayor seguridad en caso de impago.
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