Ser fija discontinua implica tener un contrato laboral que se rige por una temporalidad específica, en la cual se trabaja solo durante determinadas épocas del año. Esta figura es común en sectores como la hostelería, la agricultura o el turismo, donde la demanda de trabajo varía según la temporada.
Sin embargo, cuando una persona fija discontinua se encuentra de baja laboral, la situación puede volverse compleja desde un punto de vista legal. En primer lugar, es importante destacar que, al ser fija discontinua, se tiene derecho a solicitar la prestación por incapacidad temporal o baja por enfermedad, como cualquier otro trabajador.
La Seguridad Social cubre los periodos de baja por enfermedad o accidente, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos. Sin embargo, en el caso de las personas fijas discontinuas, puede haber dificultades para acreditar la cotización necesaria, ya que suelen tener periodos de inactividad durante el año.
Es fundamental que el trabajador fijo discontinuo esté al corriente de sus cotizaciones y cumpla con los requisitos establecidos por la Seguridad Social para acceder a la prestación por incapacidad temporal. En caso de no cumplir con estos requisitos, es posible que no se pueda acceder a dicha prestación o que se vea reducida.
Además, una situación complicada puede surgir cuando el trabajador fijo discontinuo se encuentra en periodo de baja justo antes de comenzar su periodo de actividad. En estos casos, puede haber dudas sobre si se debe considerar como periodo de inactividad o como periodo de actividad, lo cual puede afectar al cómputo de las cotizaciones y, por ende, a la prestación por incapacidad temporal.
En situaciones como estas, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado laboralista o de un sindicato, quienes podrán orientar al trabajador fijo discontinuo sobre sus derechos y cómo gestionar su situación laboral y de baja.
Baja laboral de fija discontinua ¿qué ocurre?
Cuando una persona con contrato de trabajo fijo discontinuo se encuentra en situación de baja laboral, se aplican ciertas particularidades en comparación con los trabajadores con contrato fijo a tiempo completo. Estas diferencias están reguladas por la legislación laboral y tienen como objetivo proteger los derechos de los trabajadores en este tipo de situación.
1. Solicitud de baja laboral: Al igual que cualquier otro trabajador, la persona con contrato fijo discontinuo debe solicitar la baja laboral por motivos de enfermedad o accidente a su empresa. Esta solicitud se realiza a través de un parte médico, el cual debe indicar la duración estimada de la baja.
2. Período de llamamiento: En el caso de los trabajadores con contrato fijo discontinuo, existe un período de llamamiento en el cual la empresa puede requerir su presencia para trabajar. Durante este período, el trabajador debe estar disponible y en condiciones de reincorporarse al puesto de trabajo si es llamado. Sin embargo, si el trabajador se encuentra en situación de baja laboral, no podrá ser llamado hasta que se recupere y obtenga el alta médica correspondiente.
3. Prestaciones económicas: Durante la baja laboral, el trabajador fijo discontinuo tiene derecho a percibir una prestación económica por parte de la Seguridad Social. Esta prestación suele ser un porcentaje del salario base, y su duración dependerá de la duración estimada de la enfermedad o accidente. La empresa, por su parte, no está obligada a complementar esta prestación económica, a menos que exista algún convenio colectivo que así lo establezca.
4. Estabilidad laboral: A diferencia de los trabajadores con contrato fijo a tiempo completo, los trabajadores fijos discontinuos no pierden su puesto de trabajo durante la baja laboral. Esto significa que, una vez se recupere y obtenga el alta médica, tiene derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo, siempre y cuando se encuentre dentro del período de llamamiento establecido por la empresa.
Tiempo de baja de un fijo discontinuo sin trabajar
El tiempo de baja de un fijo discontinuo sin trabajar se refiere al período en el que un trabajador con contrato fijo discontinuo no está realizando su actividad laboral. Este tipo de contrato se caracteriza por tener periodos de trabajo intercalados con periodos de inactividad, lo que puede dar lugar a situaciones de baja laboral.
Existen diferentes situaciones en las que un fijo discontinuo puede encontrarse en baja sin trabajar. Por ejemplo, si el trabajador sufre una enfermedad o accidente que le impide desempeñar su actividad, puede solicitar una baja por enfermedad o accidente laboral. En este caso, el trabajador deberá presentar los correspondientes partes médicos y cumplir con los requisitos establecidos por la Seguridad Social para poder recibir la prestación económica correspondiente durante el periodo de baja.
Otra situación en la que un fijo discontinuo puede estar en baja sin trabajar es cuando se encuentra en periodo de inactividad. Durante estos periodos, el trabajador no tiene obligación de prestar sus servicios y no percibe salario. En este caso, no se considera una situación de baja laboral propiamente dicha, sino de inactividad contractual.
Es importante tener en cuenta que, durante el tiempo de baja de un fijo discontinuo sin trabajar, el trabajador conserva su derecho a la reserva del puesto de trabajo. Esto significa que, una vez finalizada la baja, el trabajador tiene derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo en las mismas condiciones en las que lo dejó antes de la baja, siempre y cuando no haya transcurrido el plazo máximo establecido por la ley.
Despidos de fijos discontinuos: normativa vigente
Los despidos de fijos discontinuos están regulados por la normativa laboral vigente en cada país. En España, por ejemplo, la normativa aplicable es el Estatuto de los Trabajadores y el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.
El Estatuto de los Trabajadores establece que los trabajadores fijos discontinuos tienen los mismos derechos y obligaciones que los trabajadores fijos ordinarios, en lo que se refiere a las condiciones de trabajo, salario, jornada laboral, descansos, vacaciones, etc. Sin embargo, existen algunas particularidades en cuanto a los despidos.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que los despidos de fijos discontinuos están sujetos a las mismas causas que cualquier otro despido, es decir, el empresario debe tener una causa justificada para poder llevar a cabo el despido. Estas causas pueden ser objetivas, como causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, o bien disciplinarias, cuando el trabajador ha incurrido en alguna falta grave.
En el caso de los despidos por causas objetivas, el empresario debe seguir un procedimiento específico, que incluye la comunicación escrita al trabajador con una antelación mínima de 15 días y el pago de una indemnización por despido de 20 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los períodos inferiores a un año, con un máximo de 12 mensualidades.
Es importante destacar que los despidos de fijos discontinuos también pueden estar sujetos a la normativa específica de cada sector o actividad. Por ejemplo, en el sector de la hostelería, se establecen medidas específicas para regular los despidos de los trabajadores fijos discontinuos, como la obligación de priorizar la contratación de los mismos en los periodos de actividad y la posibilidad de extinguir el contrato de trabajo cuando se prevea la falta de actividad.
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