Cuando te encuentras en la difícil situación de no poder pagar la hipoteca y además tienes un aval, es importante entender las opciones legales disponibles para resolver este problema. A continuación, te presentaré algunas alternativas que podrías considerar en esta situación.
En primer lugar, es fundamental que te comuniques de inmediato con tu entidad financiera para informarles sobre tu situación. Al ser consciente de tus dificultades económicas, es posible que estén dispuestos a buscar soluciones viables para evitar una situación de impago. Podrían ofrecerte la opción de refinanciar o reestructurar tu hipoteca, lo que implicaría modificar los términos del préstamo para ajustarlos a tus posibilidades económicas actuales.
Otra opción que podrías considerar es solicitar una dación en pago. Esto implica entregar la vivienda al banco a cambio de cancelar la deuda pendiente. En este caso, el avalista también se vería liberado de su responsabilidad, ya que el préstamo quedaría completamente liquidado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta opción dependerá de la disposición del banco y no siempre es fácil de lograr.
En caso de que ninguna de estas alternativas sea viable, puede ser conveniente buscar asesoramiento legal. Un abogado especializado en derecho hipotecario podrá analizar tu situación específica y ofrecerte opciones adaptadas a tus necesidades. Es posible que, en algunos casos, se pueda negociar con el banco para llegar a un acuerdo extrajudicial que permita evitar el embargo de la vivienda.
Si finalmente no se encuentra una solución amigable y se inicia el proceso de ejecución hipotecaria, es importante que estés informado sobre los plazos y requisitos legales que debes cumplir. En algunos casos, el avalista podría verse obligado a responder por la deuda pendiente, por lo que podría ser necesario buscar asesoramiento legal adicional para proteger tus derechos.
Problemas con el aval y falta de pago
Cuando se trata de transacciones financieras, es común que las partes involucradas soliciten un aval como garantía de cumplimiento. Sin embargo, en ocasiones pueden surgir problemas relacionados con el aval y la falta de pago. Estos problemas pueden afectar tanto a la persona que otorga el aval como a la que lo recibe.
1. Incumplimiento de pago: Uno de los problemas más comunes es cuando la persona que recibe el aval no cumple con sus obligaciones de pago. Esto puede deberse a diversas razones, como falta de liquidez o problemas económicos.
2. Desconocimiento de las condiciones del aval: En ocasiones, la persona que otorga el aval puede no estar completamente informada sobre las condiciones y responsabilidades que implica. Esto puede llevar a situaciones de conflicto si se requiere hacer efectivo el aval y la persona no estaba preparada para asumir dicha responsabilidad.
3. Discrepancias en la interpretación del aval: Otra situación que puede generar problemas es cuando hay discrepancias en la interpretación de las cláusulas del aval. Esto puede deberse a la falta de claridad en la redacción del documento o a diferentes interpretaciones por parte de las partes involucradas.
4. Falta de solvencia del avalista: En algunos casos, el avalista puede encontrarse en una situación económica desfavorable, lo que dificulta su capacidad de hacer frente a la deuda en caso de que la persona que recibe el aval no cumpla con sus obligaciones de pago.
5. Proceso legal para hacer efectivo el aval: En caso de que la persona que recibe el aval no cumpla con sus obligaciones de pago, puede ser necesario iniciar un proceso legal para hacer efectiva la garantía. Esto puede implicar tiempo, costos y complicaciones legales adicionales.
Quitar aval de hipoteca, ¿cómo hacerlo?
Eliminar un aval de una hipoteca es un proceso que implica modificar el contrato original para liberar a la persona que actúa como avalista de sus responsabilidades. Aunque puede ser un trámite complejo, siguiendo estos pasos es posible llevarlo a cabo:
1. Revisar el contrato de hipoteca: Lo primero que se debe hacer es revisar detenidamente el contrato de hipoteca para entender las condiciones y los requisitos necesarios para quitar el aval.
2. Contactar al banco o entidad financiera: Una vez se ha comprendido el contrato, es importante ponerse en contacto con el banco o entidad financiera para solicitar información sobre el procedimiento para eliminar el aval.
3. Presentar la documentación requerida: El banco solicitará una serie de documentos que respalden la solicitud de quitar el aval. Estos pueden incluir una carta de solicitud, un informe de solvencia económica actualizado y cualquier otro documento que el banco considere necesario.
4. Evaluación del riesgo crediticio: El banco realizará una evaluación del riesgo crediticio para determinar si es posible eliminar el aval. Esto implica revisar la capacidad económica del titular de la hipoteca y asegurarse de que cumple con los requisitos necesarios para asumir la deuda sin el avalista.
5. Modificación del contrato de hipoteca: Si el banco aprueba la solicitud, se procederá a modificar el contrato de hipoteca para eliminar al avalista. Esto implica redactar un nuevo contrato o una adenda al contrato original, en la cual se establezca claramente que el avalista queda liberado de sus responsabilidades.
6. Firma y registro del nuevo contrato: Una vez se ha redactado el nuevo contrato, tanto el titular de la hipoteca como el avalista deben firmarlo. Posteriormente, se debe registrar en la oficina de registro de la propiedad correspondiente para que sea legalmente válido.
Es importante tener en cuenta que el proceso de quitar un aval de hipoteca puede estar sujeto a comisiones o costos administrativos. Además, es recomendable contar con el asesoramiento de un profesional especializado en derecho hipotecario para asegurarse de que todos los pasos se llevan a cabo de manera correcta y legal.
Alternativas para afrontar la imposibilidad de pagar la hipoteca
Existen diferentes alternativas a considerar cuando nos encontramos en la situación de no poder pagar la hipoteca. Estas opciones pueden variar dependiendo de la entidad bancaria y las leyes vigentes en cada país. A continuación, se presentan algunas alternativas comunes:
1. Negociación con el banco: La primera opción es intentar negociar directamente con el banco para buscar una solución que se ajuste a la situación económica del deudor. Esto puede incluir la posibilidad de refinanciar el préstamo, establecer acuerdos de pago flexibles o incluso solicitar una reestructuración de la deuda.
2. Modificación del préstamo: En algunos casos, el banco puede estar dispuesto a modificar los términos del préstamo hipotecario para ayudar al deudor a hacer frente a los pagos. Esto puede incluir la reducción de la tasa de interés, la extensión del plazo del préstamo o la reducción del saldo pendiente.
3. Venta de la propiedad: Si la imposibilidad de pagar la hipoteca es prolongada y no se encuentra una solución viable con el banco, una opción es vender la propiedad. Esto permitiría al deudor cubrir la deuda pendiente y evitar la ejecución hipotecaria.
4. Ejecución hipotecaria voluntaria: En algunos casos, el deudor puede optar por entregar voluntariamente la propiedad al banco para evitar la ejecución hipotecaria. Esto puede ser una opción si el deudor considera que no podrá recuperarse financieramente en el corto plazo.
5. Programas de asistencia del gobierno: En algunos países, existen programas de asistencia del gobierno que pueden ayudar a los propietarios de viviendas en situaciones de dificultad económica. Estos programas pueden incluir la posibilidad de refinanciar el préstamo, obtener subsidios o acceder a programas de modificación de préstamos.
6. Mediación o asesoramiento financiero: En casos de dificultades financieras, es recomendable buscar asesoramiento profesional, ya sea a través de mediadores o asesores financieros. Estos profesionales pueden ayudar a negociar con el banco, analizar la situación económica y brindar opciones para afrontar la imposibilidad de pagar la hipoteca.
Es importante tener en cuenta que cada situación es única y puede requerir de un enfoque personalizado. Por ello, es fundamental buscar asesoramiento profesional y explorar todas las alternativas disponibles antes de tomar una decisión.
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