Cuando una persona fallece y deja un testamento, se espera que todos sus bienes sean distribuidos de acuerdo con sus deseos expresados en dicho documento. Sin embargo, en ocasiones puede haber bienes que no fueron incluidos en el testamento. En estos casos, es importante entender qué sucede con ellos desde un punto de vista legal.
En primer lugar, es necesario mencionar que el testamento es un instrumento legal que permite a una persona designar quiénes serán los beneficiarios de sus bienes después de su muerte. Sin embargo, existen ciertos bienes que no están sujetos a disposición testamentaria y que, por tanto, no pueden ser incluidos en el testamento.
Uno de los ejemplos más comunes de bienes no incluidos en el testamento son aquellos que están sujetos a un contrato de seguro de vida. Si el fallecido ha designado a un beneficiario específico en su póliza de seguro de vida, el pago de la suma asegurada no formará parte de los bienes que se distribuirán de acuerdo con el testamento. En cambio, el beneficiario designado en la póliza recibirá directamente los fondos.
Otro ejemplo de bienes no incluidos en el testamento son aquellos que se encuentran en una cuenta conjunta con derecho de sobrevivencia. En este tipo de cuenta, cuando uno de los titulares fallece, la propiedad de los fondos automáticamente pasa al otro titular, sin importar lo que diga el testamento.
Además, los bienes que se encuentran en un fideicomiso tampoco forman parte de la sucesión testamentaria. Un fideicomiso es un acuerdo legal en el cual una persona, conocida como fideicomitente, transfiere la propiedad de ciertos bienes a un fiduciario, quien los administra y distribuye de acuerdo con las instrucciones establecidas en el fideicomiso. Estos bienes se distribuirán de acuerdo con lo establecido en el fideicomiso y no de acuerdo con el testamento.
En general, los bienes no incluidos en el testamento son aquellos que tienen designaciones específicas o están sujetos a acuerdos legales diferentes al testamento. Es importante que las personas que están haciendo su testamento tengan en cuenta estos bienes y consideren cómo quieren que sean distribuidos. Además, es recomendable que se asesoren legalmente para asegurarse de que su voluntad se cumpla en todos los aspectos.
Bienes sin testamento: ¿Qué ocurre?
Cuando una persona fallece sin dejar un testamento válido, se considera que ha muerto «intestado». Esto significa que no ha dejado instrucciones claras sobre cómo se deben distribuir sus bienes después de su muerte.
En estos casos, la ley se encarga de determinar cómo se repartirán los bienes del fallecido. En general, se sigue un orden de sucesión establecido por la legislación de cada país o estado. Este orden de sucesión suele priorizar a los herederos más cercanos en parentesco, como cónyuge o hijos.
Si el fallecido tenía un cónyuge, este suele recibir una parte de los bienes. La cantidad puede variar dependiendo de la legislación aplicable, pero suele ser una porción significativa. Si el fallecido tenía hijos, estos también pueden tener derecho a recibir una parte de los bienes.
Si no hay cónyuge ni hijos, la ley puede establecer que los padres del fallecido sean los herederos. En ausencia de padres, pueden ser los hermanos o incluso los sobrinos los que tengan derecho a recibir los bienes.
En el caso de que no haya ningún pariente cercano, la ley puede determinar que los bienes pasen al estado. Esto ocurre cuando no se encuentran herederos legítimos o cuando no se ha podido localizar a ninguno.
Es importante destacar que en el caso de los bienes sin testamento, el proceso de distribución de los mismos puede ser más complicado y llevar más tiempo que si se hubiese dejado un testamento claro y válido. Además, es posible que se generen conflictos entre los posibles herederos, lo que puede dar lugar a disputas legales y retrasar aún más la resolución del asunto.
Prescripción de adición de herencia: plazo límite
La prescripción de adición de herencia es el plazo establecido por la ley para que los herederos puedan solicitar la inclusión de bienes o derechos no contemplados inicialmente en la partición de la herencia. Este plazo tiene como objetivo evitar que los herederos prolonguen indefinidamente la adición de bienes a la herencia y garantizar la seguridad jurídica de los terceros que pudieran verse afectados.
El plazo límite para la prescripción de adición de herencia varía según el país y la legislación aplicable. En algunos casos, puede ser de cinco años a partir de la fecha de la partición de la herencia. En otros casos, puede ser de diez años o más.
Es importante destacar que la prescripción de adición de herencia no implica que los herederos pierdan su derecho sobre los bienes o derechos no incluidos inicialmente. Simplemente, establece un límite temporal para que puedan solicitar su inclusión en la herencia. Si los herederos no realizan la adición dentro del plazo establecido, perderán la posibilidad de hacerlo en el futuro.
La prescripción de adición de herencia también puede estar sujeta a ciertas condiciones y requisitos legales. Por ejemplo, es posible que los herederos deban presentar pruebas de la existencia de los bienes o derechos que desean adicionar, como documentos legales o testamentos. Asimismo, pueden requerirse trámites administrativos específicos para llevar a cabo la adición de la herencia.
Costo de escritura de adición de herencia
El costo de escritura de adición de herencia es el monto económico que se debe pagar por los servicios de redacción y registro de un documento legal que se utiliza para agregar bienes o derechos a una herencia ya existente. Este proceso es necesario cuando se descubren bienes o derechos que no fueron incluidos en la herencia original y se desea incluirlos en la distribución de los bienes entre los herederos.
El costo de escritura de adición de herencia puede variar dependiendo de diferentes factores, como el valor de los bienes o derechos a incluir, la complejidad del proceso, las tarifas del notario o abogado encargado de redactar el documento, entre otros.
Es importante destacar que este costo no solo incluye la redacción del documento, sino también los trámites de registro y la obtención de las copias necesarias para entregar a los diferentes entes públicos involucrados.
Además del costo de escritura de adición de herencia, también pueden existir otros gastos asociados, como impuestos o tasas que deben pagarse al incluir los nuevos bienes o derechos en la herencia. Estos gastos pueden variar dependiendo de la legislación vigente en cada país o región.
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